Muchas veces habrá oído hablar de los duendes dice que son pequeños hombrecitos de menudas proporciones, tienen una barba larga y a veces llevan un sombrero grande.
Se dice del origen de los duendes son de aquellos niños que mueren sin ser bautizados o los fetos que fueron abortados y echados al río, también dicen que las mujeres que tenían relaciones fuera del matrimonio orinan duendes, para prevenir que niños fallecidos se conviertan en duendes es hacer un señal de la cruz con agua bendita y Juego enterrarlo junto al pequeño, la cruz también bendecida.
Los adultos no pueden ver a los duendes ya que estos son invisibles ante los ojos del adulto impuro, y visibles para los niños puros.
Son pequeños seres traviesos, se divierten con los humanos, haciéndoles bromas de toda clase, ellos se esconden bajo las camas y los pesados muebles y en los cuartos oscuros, viven en los lagos que han sido engendrados en callejones oscuros, en los zaguanes mal iluminados o en la tibia intimidad de los maizales. Ellos hacen un sin fin de cosas, tocan el cuerpo de las personas y se esconden y agarran cualquier objeto y los ponen en cualquier lugar, anudan las piernas de los pantalones, también ocultan tesoros y saben dónde encontrar el Oro.
A veces tocan una flauta y atrapan la voluntad de la gente, dejándose llevar por su magia hasta sus dominios.
Algunos duendes son viejos barbaros y pequeños, estos son malignos y peligrosos causan terror a quienes lo ven, a veces se pegan a las espaldas de los humanos y como no hay como desprenderse de estos, pueden conllevara la muerte.
También adormecen y reaniman a los hombres soplándoles el rostro, dicen que sus excrementaron color amarillo y cuando cae el sol se volatizan, muchas veces imitan el llanto del bebe, confundiéndolos.
La única forma de deshacernos de estos duendes maléficos, es hacer llorar a un niño, y a un duende.
viernes, 3 de julio de 2015
EL HIJO DEL MISTI
Un día la corteza terrestre vio nacer a un cerro llamado hijo del Misti, por estar muy cerca de su padre. El padre de alegría expulso cenizas, vapor de agua, lava fuego. Al finalizar la cresta de la tierra se vio mortificada, el padre había perdido en ese alborozado momento, la parte cónica de su belleza singular. Con el transcurso de los años, la alarma creció el mistisito estaba creciendo en un lugar mal ubicado, donde provocaría que su padre erupcione y además el Chachani pelee con el mistisito, su sobrino, para existir y como es normal su hermano el Misti saldría en defensa de su hijo y se produciría un gran enfrentamiento y la pelea se expandiría al Pichu Pichu y otros volcanes.
Los primeros en evitar que este siga creciendo fueron los gentiles que vivían en las laderas del río chili, estos se abrumaron y pensaron que lo mejor sería irse a vivir a otro lugar, pero del firmamento apareció unos objetos brillantes, con muchas luces azuladas, verdosas, estas naves silenciosas bajaron y se posaron muy cerca de los gentiles, de esta salieron unos hombrecitos pequeños del tamaño de los gentiles, ellos hicieron amistad conversaron lo necesario y ambos se despidieron a cumplir cada con su promesa.
Todos los gentiles bajaron de la superficie de la tierra varios kilómetros y así llegaron al centro de la tierra. Ellos pronunciaron palabras mágicas con lo que consiguieron atraer mucho oro en los bolsillos.
Al regresar a sus casas empezaron a fabricar con este mineral eslabones abiertos a su extremo, tal como era lo convenido con aquellos, Hombrecillos.
Pasaron varios meses hasta que un atardecer todos los gentiles caminaron en dirección al Mistisito y allí se reunieron llevando sus eslabones y más noche ya habían formado una larga cadena de oro, con lo que encadenaron al hijo del Misti con varias vueltas.
Al finalizar esta promesa, las naves silenciosas al ver que los gentiles habían cumplido su promesa empezaron a lanzar desde sus naves un rayo de fuego a la tierra abriendo grietas profundas y así fue como cortaron las raíces del Misticito. Terminando con esta promesa ambos se despidieron y muy satisfechos.
Han pasado miles de años, los gentiles han desaparecido de la faz de la tierra, el Misticito empezó a hacer fuerza queriendo romper la cadena, y por las noches se veía desde lejos que el Misticito botaba leguas de fuego por la cintura y además se escuchaba de el” voy a crecer tan grande como mi Padre”.
Un arriero que fue testigo de esto, se dirigió a la ciudad a decir a todos los arequipeños, que el Misticito tiene mucho poder y que todos de la ciudad deben evitar su crecimiento cruzando su cuerpo con fajas de fierro, amarrándolo y así nunca llegue a ser como su padre el Misti.
Fue un padre Sabuesa quien detuvo el crecimiento del pequeño volcán, mandando a construir unos enormes zunchos de fierro y con ellos amarró al Misticito de tal manera que ya no pueda crecer.
Los primeros en evitar que este siga creciendo fueron los gentiles que vivían en las laderas del río chili, estos se abrumaron y pensaron que lo mejor sería irse a vivir a otro lugar, pero del firmamento apareció unos objetos brillantes, con muchas luces azuladas, verdosas, estas naves silenciosas bajaron y se posaron muy cerca de los gentiles, de esta salieron unos hombrecitos pequeños del tamaño de los gentiles, ellos hicieron amistad conversaron lo necesario y ambos se despidieron a cumplir cada con su promesa.
Todos los gentiles bajaron de la superficie de la tierra varios kilómetros y así llegaron al centro de la tierra. Ellos pronunciaron palabras mágicas con lo que consiguieron atraer mucho oro en los bolsillos.
Al regresar a sus casas empezaron a fabricar con este mineral eslabones abiertos a su extremo, tal como era lo convenido con aquellos, Hombrecillos.
Pasaron varios meses hasta que un atardecer todos los gentiles caminaron en dirección al Mistisito y allí se reunieron llevando sus eslabones y más noche ya habían formado una larga cadena de oro, con lo que encadenaron al hijo del Misti con varias vueltas.
Al finalizar esta promesa, las naves silenciosas al ver que los gentiles habían cumplido su promesa empezaron a lanzar desde sus naves un rayo de fuego a la tierra abriendo grietas profundas y así fue como cortaron las raíces del Misticito. Terminando con esta promesa ambos se despidieron y muy satisfechos.
Han pasado miles de años, los gentiles han desaparecido de la faz de la tierra, el Misticito empezó a hacer fuerza queriendo romper la cadena, y por las noches se veía desde lejos que el Misticito botaba leguas de fuego por la cintura y además se escuchaba de el” voy a crecer tan grande como mi Padre”.
Un arriero que fue testigo de esto, se dirigió a la ciudad a decir a todos los arequipeños, que el Misticito tiene mucho poder y que todos de la ciudad deben evitar su crecimiento cruzando su cuerpo con fajas de fierro, amarrándolo y así nunca llegue a ser como su padre el Misti.
Fue un padre Sabuesa quien detuvo el crecimiento del pequeño volcán, mandando a construir unos enormes zunchos de fierro y con ellos amarró al Misticito de tal manera que ya no pueda crecer.

LA NOVIA SIN CABEZA
Una vez terminada la conversación, tuve que despedirme de mi buen amigo el párroco y aventurarme a la soledad de la noche que a veces a estas altas horas de la noche es muy solitaria y silenciosa. Antes de partir hacia el cercado mi amigo el párroco me deseo suerte y me advirtió de los peligros y sustos que se pueden dar a la oscuridad de la noche y me dio un crucifijo.
Gracias le dije y yo no estaba tan preocupado por ninguna de esas viejas leyendas de vampiros, fantasmas y duendes que existen, yo no creo en ese tipo de historias, en cualquier caso yo siempre me había caracterizado por mi valentía.
Ya había recorrido gran parte del camino para llegar a la vieja casona donde vivo, cuando atraviese por la callejuela de Santa Catalina, vi algo inesperado, a escasos metros pude ver la figura de una dama , llevaba un vestido blanco y manchado de sangre, sosteniendo en una de sus manos una cabeza y a esos escasos metros escuche que lloraba.
Quede consternado por lo inexplicable y sobrenatural, me detuve por unos minutos y espere que aquella entidad misteriosa desaparezca, sin embargo recordé el crucifijo que lo tenía en mi bolsillo, y este me dio valor para seguir mi camino, porque si no me tardaría en llegar a mi casa a descansar.
Cuando di unos cuantos pasos hacia adelante quede más estremecido al ver que aquella espantosa dama se acercaba a mí. Su rostro ensangrentado en su mano me lleno de espanto y terror. No pude seguir caminando mi cuerpo se deslizo al suelo del susto en esos momentos temí por mi vida y mi corazón latía más rápido, metí mi mano al bolsillo y saque el crucifijo que me dio mi amigo el párroco.
Al acercarse más la aterradora figura de la mujer pensé que este podía ser el fin de mi existencia y me daría un ataque de susto. Tenía el crucifijo en mis manos y con mucho esfuerzo con mis manos tembloroso apunte el crucifijo hacia ella.
Entonces escuche un horrible y bestial llanto, la desgarradora figura empezó a alejarse de mi rápidamente, perdiéndose por el callejón que está detrás de la Catedral.
Me levante de la helada pista y con el crucifijo en mi mano me arme de valor y decidí perseguirla, recorrí una cuadra de la calle San Francisco y luego al dirigir mi mirada hacia las afueras de la catedral vi que su cuerpo empezaba a elevarse y así perderse en la oscuridad del infinito cielo.
Al día siguiente desperté muy tarde y al recordar lo que me pasó en la noche no podía creerlo, me había encontrado cara a cara con la novia sin cabeza, una leyenda de hace mucho tiempo, dicen que era una dama que un día antes de casarse sufrió un accidente, y estuvo a punto de perder la cabeza, por eso sale en las noches a deambular por las calles haciendo asustar a los incrédulos transeúntes que caminan muy de noche. Salí de mi casa a ver a mi amigo el párroco y agradecerle por haberme proporcionado su crucifijo porque si no lo hubiera hecho, tal vez no hubiera vivido para contarlo.
Gracias le dije y yo no estaba tan preocupado por ninguna de esas viejas leyendas de vampiros, fantasmas y duendes que existen, yo no creo en ese tipo de historias, en cualquier caso yo siempre me había caracterizado por mi valentía.
Ya había recorrido gran parte del camino para llegar a la vieja casona donde vivo, cuando atraviese por la callejuela de Santa Catalina, vi algo inesperado, a escasos metros pude ver la figura de una dama , llevaba un vestido blanco y manchado de sangre, sosteniendo en una de sus manos una cabeza y a esos escasos metros escuche que lloraba.
Quede consternado por lo inexplicable y sobrenatural, me detuve por unos minutos y espere que aquella entidad misteriosa desaparezca, sin embargo recordé el crucifijo que lo tenía en mi bolsillo, y este me dio valor para seguir mi camino, porque si no me tardaría en llegar a mi casa a descansar.
Cuando di unos cuantos pasos hacia adelante quede más estremecido al ver que aquella espantosa dama se acercaba a mí. Su rostro ensangrentado en su mano me lleno de espanto y terror. No pude seguir caminando mi cuerpo se deslizo al suelo del susto en esos momentos temí por mi vida y mi corazón latía más rápido, metí mi mano al bolsillo y saque el crucifijo que me dio mi amigo el párroco.
Al acercarse más la aterradora figura de la mujer pensé que este podía ser el fin de mi existencia y me daría un ataque de susto. Tenía el crucifijo en mis manos y con mucho esfuerzo con mis manos tembloroso apunte el crucifijo hacia ella.
Entonces escuche un horrible y bestial llanto, la desgarradora figura empezó a alejarse de mi rápidamente, perdiéndose por el callejón que está detrás de la Catedral.
Me levante de la helada pista y con el crucifijo en mi mano me arme de valor y decidí perseguirla, recorrí una cuadra de la calle San Francisco y luego al dirigir mi mirada hacia las afueras de la catedral vi que su cuerpo empezaba a elevarse y así perderse en la oscuridad del infinito cielo.
Al día siguiente desperté muy tarde y al recordar lo que me pasó en la noche no podía creerlo, me había encontrado cara a cara con la novia sin cabeza, una leyenda de hace mucho tiempo, dicen que era una dama que un día antes de casarse sufrió un accidente, y estuvo a punto de perder la cabeza, por eso sale en las noches a deambular por las calles haciendo asustar a los incrédulos transeúntes que caminan muy de noche. Salí de mi casa a ver a mi amigo el párroco y agradecerle por haberme proporcionado su crucifijo porque si no lo hubiera hecho, tal vez no hubiera vivido para contarlo.

LO DESCONOCIDO DE LA CATEDRA
Entre sus templos, el de mayor número de cosas a destacar, es sin duda su catedral.
"La iglesia mayor de Arequipa no está sujeta a orden arquitectónico riguroso; sino que es obra de inspiración y de inexperiencia artística. Su hermosura es de conjunto; examinándola detalladamente se le encuentra muchos defectos; no obstante su característica dominante es la de grandeza" .
Cuenta una leyenda que los planos originales para la erección de esta obra estaban destinados para otra ciudad más importante; pero que por un error, de parte de los responsables que enviaron los planos desde España, se confundieron los mismos y se empezó a construir en Arequipa lo que tenía que ser para una ciudad de México; y decimos empezó, pues la idea original era que la construcción ocupara todo lo que hoy es la manzana entre la Catedral y la calle Moral.
El arquitecto que construyó este templo, de nombre Lucas Poblete natural, de Arequipa, era hombre de poca ilustración; no obstante tenía gran talento artístico y era aún mejor conocedor del sillar. Al respecto de su persona se conoce una anécdota que describe su desprendimiento. Esto fue en junio de 1868, cuando se colocaron los dos medallones alegóricos bajo sus torres. Este trabajo fue mandado a realizar por el nombrado Poblete, años después de que se edificara la Catedral, y quedó impago; por lo que el constructor recibió una carta que le pedía saber cuánto cobraría por dicho trabajo, a lo que este respondió con otra misiva que, sabiendo que no había fondos destinados para este asunto, se le permitiera no aceptar ninguna retribución al respecto; exceptuando lo que cobrara el herrero por los pernos .
Con respecto al número cuatro, consignado con cuatro barras, en el reloj de fabricación inglesa adquirido en 1854, que exhibe una de las torres de la catedral, muchos han dado por cierto que se trataría de un error de fabricación; puesto que el número cuatro en romano, es una ( I ) y una ( V ); pero la explicación real a esto, es que esta forma de numerar fue a propósito; puesto que antiguamente la gente confundía el cuatro en romanos, por el seis que es a la inversa, por lo que se adoptó esta alternativa para evitar percances con la hora. Así se explica también que otros relojes similares, en otras partes del mundo, muestren la misma característica.
Que la construcción del templo es fuerte, se comprobó en el terremoto del 13 de agosto de 1868, el cual a pesar de los ocho minutos que duró -según afirma el diario "La Bolsa" de aquella época-, apenas si pudo traer abajo un tercio de sus torres y abrir una grieta en una de sus bóvedas.
Originalmente la tradición de antaño era la de enterrar a los muertos alrededor de los templos, y esto fue así en el caso de la iglesia mayor; asimismo los restos de personajes ligados al clero o, simplemente, gente importante eran depositados en el interior de la misma. Según dicen algunas leyendas, los restos del fundador de Arequipa, Don Garcí Manuel de Carbajal, podrían estar enterrados -como fue el caso de Pizarro en Lima-, en el interior de la Catedral; puesto que dichos restos nunca se supo donde fueron depositados después de su muerte.
Se especula de la existencia de una larga galería subterránea que, según algunas versiones, partiría de la Catedral hasta la iglesia de La Compañía; además, de comunicarse a otros templos cercanos y que inclusive desembocaría al monasterio de Santa Catalina. Al respecto, se afirma también que una de las entradas a dicho subterráneo, estaría debajo del altar mayor, según Mariano A. Cateriano, que dice: "La bóveda subterránea de figura circular, donde reposaban las cenizas de los obispos que morían, hallábase también debajo del presbiterio y tenía su entrada por el costado derecho" (El cielo de Arequipa convertido en suelo).
"Con respecto al púlpito, vale acotar que dicha obra fue mandada a construir en los talleres de Buisine-Rigot, en Lille (Francia). La obra fue concluida en algo más de un año. Lo curioso del caso es que el púlpito estuvo listo para traerse a nuestra ciudad el año de 1879, cuando ya habían llegado a Francia las noticias de la guerra con Chile. No se entiende cómo -cosas del diablo decían los antiguos-, en medio de una violenta guerra, y con los puertos peruanos bloqueados, a finales de dicho año llegó el magnífico mueble: ¿No sería que el demonio del púlpito se dio maña para librar todas las trabas que levantaba el infierno de la guerra? ¿Quién sabe? Lo cierto es que el 16 de diciembre de ese año, una docena de artesanos arequipeños ensamblaron las doce partes con las que fue construido el hermoso mueble" .
Otras obras tan valiosas y artísticas como el mismo diablo del púlpito, son los doce apóstoles que hacen fila a lo largo de la nave central del templo y, una cosa curiosa, es que dichos apóstoles que dan a pensar ser de piedra, están tallados en madera y pintados asemejando el mármol. Estas estatuas fueron adquiridas en Génova, y dado que se ha perdido la técnica de su fabricación (puesto que se trata de tallas en madera hueca) su valor, como obra de arte, es incalculable.
Quién no ha oído alguna vez la famosa expresión: "¿Quién hizo la maravilla? ¡La hizo Moratilla!" Pues esto se debe a que Don Juan Sebastián de Goyeneche, dotó a nuestra Catedral de una bellísima y aún más valiosa Custodia, que fue mandada a hacer en España; en los talleres de Francisco de Moratilla, en 1850. Esta reliquia fue trabajada en filigrana de oro, adornada con enorme cantidad de piedras preciosas. En la base ostenta la figura de los cuatro evangelistas. Esta obra mereció muchos elogios, pero especialmente los de la reina Isabel II, y de allí el estribillo: ¿Quién hizo la maravilla?.
Con respecto al órgano, éste fue traído de Bélgica en 1854, y era tan grande que, para que pudiera entrar en su lugar, fue necesario doblegarle la coronación a pesar de la gran altura del templo. De dicho órgano se dice, que fue en su momento el segundo más grande de Sudamérica. Fue construido por Francois Bernard Loret, quien hizo dos idénticos; su gemelo se encuentra en la ciudad de Hamburgo, en Alemania.
Cuenta una leyenda, que mientras un sacerdote oficiaba una misa dentro de la iglesia mayor, y quizás desmotivado por los años que tenía en el oficio, en el momento de la conversión del vino en la sangre de Cristo, y no teniendo la fe necesaria de que esto realmente pudiera suceder, de pronto del cáliz que tenía en sus manos empezó a emanar gran cantidad de sangre que manchó las telas que cubrían el altar. Se dice que las mismas son guardadas dentro de la iglesia.
"La iglesia mayor de Arequipa no está sujeta a orden arquitectónico riguroso; sino que es obra de inspiración y de inexperiencia artística. Su hermosura es de conjunto; examinándola detalladamente se le encuentra muchos defectos; no obstante su característica dominante es la de grandeza" .
Cuenta una leyenda que los planos originales para la erección de esta obra estaban destinados para otra ciudad más importante; pero que por un error, de parte de los responsables que enviaron los planos desde España, se confundieron los mismos y se empezó a construir en Arequipa lo que tenía que ser para una ciudad de México; y decimos empezó, pues la idea original era que la construcción ocupara todo lo que hoy es la manzana entre la Catedral y la calle Moral.
El arquitecto que construyó este templo, de nombre Lucas Poblete natural, de Arequipa, era hombre de poca ilustración; no obstante tenía gran talento artístico y era aún mejor conocedor del sillar. Al respecto de su persona se conoce una anécdota que describe su desprendimiento. Esto fue en junio de 1868, cuando se colocaron los dos medallones alegóricos bajo sus torres. Este trabajo fue mandado a realizar por el nombrado Poblete, años después de que se edificara la Catedral, y quedó impago; por lo que el constructor recibió una carta que le pedía saber cuánto cobraría por dicho trabajo, a lo que este respondió con otra misiva que, sabiendo que no había fondos destinados para este asunto, se le permitiera no aceptar ninguna retribución al respecto; exceptuando lo que cobrara el herrero por los pernos .
Con respecto al número cuatro, consignado con cuatro barras, en el reloj de fabricación inglesa adquirido en 1854, que exhibe una de las torres de la catedral, muchos han dado por cierto que se trataría de un error de fabricación; puesto que el número cuatro en romano, es una ( I ) y una ( V ); pero la explicación real a esto, es que esta forma de numerar fue a propósito; puesto que antiguamente la gente confundía el cuatro en romanos, por el seis que es a la inversa, por lo que se adoptó esta alternativa para evitar percances con la hora. Así se explica también que otros relojes similares, en otras partes del mundo, muestren la misma característica.
Que la construcción del templo es fuerte, se comprobó en el terremoto del 13 de agosto de 1868, el cual a pesar de los ocho minutos que duró -según afirma el diario "La Bolsa" de aquella época-, apenas si pudo traer abajo un tercio de sus torres y abrir una grieta en una de sus bóvedas.
Originalmente la tradición de antaño era la de enterrar a los muertos alrededor de los templos, y esto fue así en el caso de la iglesia mayor; asimismo los restos de personajes ligados al clero o, simplemente, gente importante eran depositados en el interior de la misma. Según dicen algunas leyendas, los restos del fundador de Arequipa, Don Garcí Manuel de Carbajal, podrían estar enterrados -como fue el caso de Pizarro en Lima-, en el interior de la Catedral; puesto que dichos restos nunca se supo donde fueron depositados después de su muerte.
Se especula de la existencia de una larga galería subterránea que, según algunas versiones, partiría de la Catedral hasta la iglesia de La Compañía; además, de comunicarse a otros templos cercanos y que inclusive desembocaría al monasterio de Santa Catalina. Al respecto, se afirma también que una de las entradas a dicho subterráneo, estaría debajo del altar mayor, según Mariano A. Cateriano, que dice: "La bóveda subterránea de figura circular, donde reposaban las cenizas de los obispos que morían, hallábase también debajo del presbiterio y tenía su entrada por el costado derecho" (El cielo de Arequipa convertido en suelo).
"Con respecto al púlpito, vale acotar que dicha obra fue mandada a construir en los talleres de Buisine-Rigot, en Lille (Francia). La obra fue concluida en algo más de un año. Lo curioso del caso es que el púlpito estuvo listo para traerse a nuestra ciudad el año de 1879, cuando ya habían llegado a Francia las noticias de la guerra con Chile. No se entiende cómo -cosas del diablo decían los antiguos-, en medio de una violenta guerra, y con los puertos peruanos bloqueados, a finales de dicho año llegó el magnífico mueble: ¿No sería que el demonio del púlpito se dio maña para librar todas las trabas que levantaba el infierno de la guerra? ¿Quién sabe? Lo cierto es que el 16 de diciembre de ese año, una docena de artesanos arequipeños ensamblaron las doce partes con las que fue construido el hermoso mueble" .
Otras obras tan valiosas y artísticas como el mismo diablo del púlpito, son los doce apóstoles que hacen fila a lo largo de la nave central del templo y, una cosa curiosa, es que dichos apóstoles que dan a pensar ser de piedra, están tallados en madera y pintados asemejando el mármol. Estas estatuas fueron adquiridas en Génova, y dado que se ha perdido la técnica de su fabricación (puesto que se trata de tallas en madera hueca) su valor, como obra de arte, es incalculable.
Quién no ha oído alguna vez la famosa expresión: "¿Quién hizo la maravilla? ¡La hizo Moratilla!" Pues esto se debe a que Don Juan Sebastián de Goyeneche, dotó a nuestra Catedral de una bellísima y aún más valiosa Custodia, que fue mandada a hacer en España; en los talleres de Francisco de Moratilla, en 1850. Esta reliquia fue trabajada en filigrana de oro, adornada con enorme cantidad de piedras preciosas. En la base ostenta la figura de los cuatro evangelistas. Esta obra mereció muchos elogios, pero especialmente los de la reina Isabel II, y de allí el estribillo: ¿Quién hizo la maravilla?.
Con respecto al órgano, éste fue traído de Bélgica en 1854, y era tan grande que, para que pudiera entrar en su lugar, fue necesario doblegarle la coronación a pesar de la gran altura del templo. De dicho órgano se dice, que fue en su momento el segundo más grande de Sudamérica. Fue construido por Francois Bernard Loret, quien hizo dos idénticos; su gemelo se encuentra en la ciudad de Hamburgo, en Alemania.
Cuenta una leyenda, que mientras un sacerdote oficiaba una misa dentro de la iglesia mayor, y quizás desmotivado por los años que tenía en el oficio, en el momento de la conversión del vino en la sangre de Cristo, y no teniendo la fe necesaria de que esto realmente pudiera suceder, de pronto del cáliz que tenía en sus manos empezó a emanar gran cantidad de sangre que manchó las telas que cubrían el altar. Se dice que las mismas son guardadas dentro de la iglesia.

jueves, 2 de julio de 2015
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